SE ME OLVIDÓ VIVIR







Partiendo de la nada,

hemos alcanzado las

más altas cotas de

miseria.
                        Groucho Marx.



Una de las aportaciones de la sociedad capitalista actual es habernos proporcionado un mayor nivel de vida, entendiendo como tal la posesión de más objetos y poder tener una vida más cómoda.

A lo largo de varias décadas del siglo pasado, el avance tecnológico nos hacía pensar en jornadas laborales más cortas, lo que nos permitiría mayor tiempo libre para el ocio y la cultura, incluso se escribía y se filosofaba mucho sobre ese tema. Pero nada más lejos de la realidad. La cantidad de tiempo que seguimos dedicando al sistema productivo me atrevería a decir que es mayor que hace 25-30 años. Es más: y más que va a ser, según nos anuncian.

Sí, sí, ya sé que las leyes han cambiado, los derechos laborales han avanzado... pero miro a mi alrededor y veo que la gente no tiene más tiempo libre que hace un cuarto de siglo. Bueno, maticemos: las clases privilegiadas sí que hemos accedido a un importante recorte en el tiempo de trabajo y un importante aumento de sueldo. Hablo de la administración en general y de las grandes empresas en particular. Pero salvados estos “pequeños” detalles, mantengo lo dicho.

Un factor muy importante ha sido la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, y además su presencia es cada vez mayor en todos los estamentos de la vida, pero lo que se nos vende como un logro sólo ha supuesto que la calidad de vida familiar haya retrocedido de una manera muy importante. Pero, ojo, que nadie me salte a la yugular porque no me estoy posicionando en contra de que la mujer trabaje, todo lo contrario, sólo estoy constatando que no hemos sabido gestionar adecuadamente ese paso tan importante para la sociedad en general y para la mujer en particular, en beneficio de todos. Y es que se me ponían los pelos de punta cuando hace unas semanas, en un foro sobre “igualdad” alguien dijo que debería ser legal dejar a los hijos en la guardería más horas, puesto que hay mujeres que no se pueden adaptar a los horarios actuales. ¿Para esto tenemos hijos? para aparcarlos 24 horas en una guardería? ¡Pero estamos locos o qué!

Todos sabemos que muchas las mujeres trabajadoras (fuera del hogar, maticemos) mantienen jornadas interminables de trabajo, teniendo en cuenta que las labores del hogar siguen dependiendo de ellas. Además, ahora son las dos personas de la pareja las que deben dedicar 8, 10 ó 12 h. de trabajo diarias para, entre ambas, poder asumir los gastos que hace 30 años se cubrían sólo con el sueldo del marido.

Corroboraba esta afirmación hace unas semanas, un colega que trabaja en un puesto de responsabilidad de una entidad bancaria. Este hombre me comentaba , que hemos perdido calidad y cantidad de vida si nos comparamos con la que teníamos tan sólo hace 30 años. Se había molestado en hacer cálculos actualizados incorporando el incremento de la inflación de estas últimas décadas y comentaba que con el sueldo del marido se pagaba el piso, se podía comprar un coche, se tenía a 3 hijos en la universidad y todavía se podía salir algún que otro fin de semana a cenar fuera de casa. Ahora eso es impensable. Y es verdad. O al menos yo defiendo esta verdad, porque la he vivido.

¿Y a dónde nos está llevando todo esto?

Bueno, pienso que la cruda realidad nos dice una y otra vez que somos esclavos de nuestro sistema productivo, que sólo trabajamos para "tener" cosas que no nos satisfacen, que se nos está olvidando disfrutar del tiempo libre, que se nos está olvidando vivir. Lo poco que vivimos lo hacemos en fines de semana, puentes y vacaciones de verano. Y si analizamos cómo disfrutamos de ese tiempo de descanso descubriríamos, que es eso: solamente descanso. No sabemos disfrutar de nuestro tiempo libre porque trabajamos tanto que estamos tan cansados, que sólo deseamos descansar. ¿Y qué conseguimos a base de tanto sacrificio? Tener, sólo tener.

"El tiempo no es oro, es vida" dice Jose Luis Sampedro, y mientras tanto nosotros mirando hacia otro lado.

Por favor, póngame una película de Schachenegger, que no tengo ganas de pensar.

14 comentarios:

Josep Julián dijo...

Hola Javier:
De tu análisis se deduce que trabajamos más para tener menos, lo cual no deja de ser una bobada. Ahora bien, también es cierto que nos hemos creado una serie de necesidades que se han incorporado a la vida como eso, necesidades que antes no existían pero que permitían que se pudiera hacer todo eso que cuentas con un solo salario.
Justo antes de la crisis, una vez alcanzadas cotas inimaginables de bienestar la lucha se centraba en la conciliación. Ahora, en plena crisis, en tener que dedicar más tiempo al trabajo para ganar menos. Lo que todavía nadie ha pensado es en qué cosas deben volver a ser realmente necesarias porque eso de las dos casas, tres coches y master para el niño ya se ve que era el sueño de una noche de verano.
Interesante artículo.
Un abrazo.

Fernando López dijo...

Hola Javier:

Un post con mucho sentido común. Comparto el comentario de Josep. Al final lo que tenemos que planetarnos que es necesario y qué accesorio. Una vez lo comprendamos supongo que nos irá mejor.
Un abrazo

Katy dijo...

Opino básicamnet como tu, pero me gustaria saber la opinión de los jóvenes. Los tiempos han cambiado, y se trabaja para sobrevivir. No solo para tener, porque el sueldo de uno se va en pagar la hipoteca, 25 años y lo que es tener tienen más bien poco. Y si pienso en lo que yo tuve y mis padres ha sido más de lo mismo. Trabajo y sacrificio. Habría mucho que matizar y esto no cabe en un post.
Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Josep:
Tal vez sea una bobada. Yo no lo creo. Trabajamos más para tener más cosas que realmente no nos satisfacen. Pero sostengo que necesitamos más esfuerzo, más tiempo de trabajo, para tener básicamente lo mismo que hace 40 años: Un piso, un coche y poder mandar a los chavales a la universidad. Supongo que esta afirmación se puede objetivar, que es lo que este amigo intentaba. Yo intuitivamente estoy con él. Sólo el tema de las hipotecas que hemos tenido y los "pufos" en los que nos henmos metido me dan bastante razón. Pero bueno, el fondo del asunto es el de siempre: ¿Sacrifico mi tiempo y mi vida para "tener" o para ser?
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Fernando:
Ese análisis que propones es muy difícil de hacer cuando se nos vende por todas partes que tenemos que producir y consumir. Como se suele decir, hay que aprovechar las crisis para evolucionar. Creo que este es el caso, aunque los que tienen la sartén por el mango no tengan ninguna intención de que esto cambie.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Katy:
Los jóvenes lo tienen bastante crudo los próximos 20 años. Habrá un 40% que sobrevivirá con trabamos esporádicos, sin ninguna estabilidad y bastante mal remunerados. Recientemente leí que "o trabajamos más tiempo o rebajamos los sueldos un 20%". Y no te quepa la menor duda de que va a ser así. Ya lo verás.
Un abrazo.

MaS dijo...

hola Javier,
la verdad es que se me ha quitado el hipo.
Venía a escribirte que sólo aspiro a ser buena transmisoras de valores, para que mis hijos aprecien lo que es tener siempre siendo ellos mismos...pero leyendote en los comentarios lo pintas de un color....¿y si todavía estamos a tiempo de ser más felices, o felices, simple y llanamente, con menos? ¿cuando pedimos aumento de sueldo, qué es lo que queremos ganar, más dinero, más tiempo para gastarlo o más calidad de vida?
Existen muchas personas que estan respondiendose a estas preguntas y por tanto, tal vez las cosas empiecen a cambiar.
Fe, amigo, fe en las personas.
un abrazo sincero, M.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola María:
Lo de la fe no es mi fuerte. Prefiero sustentarme en hechos y lo que veo no es muy alentador.
El hecho es que todos los pronósticos nos dicen que esto en lo que estamos metidos no va a durar menos de 20 años. Que vamos a perdar un montón de "cantidad y calidad de vida", que los jóvenes... Y eso no me lo invento yo, lo dicen los que saben de esto.
Estaría bien que las personas se hiciesen esas preguntas que planteas y otras muchas y se respondiesen con sinceridad.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

De todo el artículo, con el que estoy generalmente de acuerdo, quisiera centrarme en lo siguiente: "¿Para esto tenemos hijos? para aparcarlos 24 horas en una guardería? ¡Pero estamos locos o qué!"

No es la primera vez que comento con alguien que no entiendo a esos padres que han convertido a sus hijos en una posesión más, para después no parar de quejarse de que "tienen" que cuidar de ellos, tratando de ganarse su aprecio con más posesiones (consola, móvil, etc.) que nunca consiguen sustituir a lo que todo ser humano anhela al fin y al cabo: el cariño.

¡Que haya que aprobar un examen para casi todo y no se examine a aquél que decide asumir la mayor responsabilidad que una persona puede contraer: ser padre...!

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Iñaki:
Sólo puedo añadir que estoy contigo al 200%.
Un abrazo.

Fernando Solera dijo...

Llego aquí a través del blog de nuestro amigo común Josep Julián, y la verdad es que me ha encantado el primer artículo que he leído. Precisamente esta misma tarde he leído una reflexión y un artículo acerca de un tema parecido: la mujer trabajadora.

Pienso que tu texto es muy pertinente, porque pone el dedo en la llaga sobre los grandes esfuerzos que hace la mayoría de la gente por ganar un euro más, aunque sea a costa de morir en vida. Desgraciadamente, la incorporación de la mujer al mercado laboral ha tenido una consecuencia negativa, y ésa ha sido que ahora las parejas o bien no tienen hijos, o si deciden tenerlos los padres ya parecen abuelos. Quizá por eso tienen que acabar criándolos estos últimos.

Para mí que a hombres y mujeres nos han timado, porque como he comentado en el blog de mi amigo Javier Sanz esta misma tarde, lo que han conseguido es tener a dos esclavos por el precio de uno.

Un saludo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Fernando:
Un placer tenerte por aquí. Pues de tu comentario destaco la última frase que resume todo lo dicho: "han conseguido es tener a dos esclavos por el precio de uno". Y además ahora vienen con una vuelta de tuerca. Supongo que habrás oido eso de que "hay que trabajar más tiempo o ganar menos dinero, ¿no? Pues eso.

Myriam dijo...

LO que escrubes da para pensar: Creo que estamos necesitando un reordenamiento de valores y prioridades.

Un abrazo

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Myriam:
Yo estoy convencido de ello.
Un abrazo.

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