NO TE LO CREAS
Stevia y MMS: ¿por qué están
prohibidas las medicinas de Pàmies?
El
polémico
activista y defensor de las medicinas pseudocientíficas Josep
Pàmies tiene en efecto una gran repercusión mediática, con
defensores y detractores de sus tesis. Él expone dos armas
principales en su batalla por una medicina alternativa que su círculo
sitúa fuera del entorno de poder de la industria farmacéutica:
las
hojas de stevia y el dióxido de cloro.
Aduce que ambas tienen un gran poder curativo y que si se las
prohíbe es por
presiones de la industria farmacéutica
y debido a "la clase política corrompida que nos gobierna",
en
sus propias palabras. No obstante, cabe destacar que ninguno de
estos dos remedios han sido inventados por él y son ampliamente
usados en otros países, ya sea de forma legal o no, además de
contar con defensores en todo el mudo.
Sin ánimo de alimentar la polémica sobre la figura de Josep
Pàmies, creemos que la mejor manera de abordar la veracidad o
falsedad de sus tesis es
buscando qué dice la ciencia sobre
cada uno de estos productos y los motivos por los que están
prohibidos. Empecemos por el MMS (acrónimo de Suplemento Mineral
Milagroso) o dióxido de cloro.
Suplemento Mineral Milagroso o MMS
El MMS se supone un descubrimiento del ingeniero industrial
Jim
Humble que tras una expedición por los bosques de la
Guayana en 1996, contrajo la malaria.
Al
parecer, Humble habría diluido una pequeña porción de lejía
(3,5%) en el agua de consumo para potabilizarla (hipoclorito sódico)
y esta, en un ambiente ácido habría reaccionado oxidándose a
dióxido de cloro, el MMS.
Según Humble, la ingesta de este agua no solo eliminó los
efectos de la malaria sino que también borró cualquier rastro del
parásito tanto en el como en el resto de su equipo. A partir de
aquí Humble se convirtió en el profeta del MMS en Estados Unidos,
descubriendo que
sus
efectos se extienden supuestamente sobre múltiples enfermedades,
desde la diabetes a algunos tipos de cáncer, pasando por el
VIH y todo tipo de enfermedades autoinmunes, e
incluso
el autismo.
El MMS tiene la gran ventaja de que es sumamente barato de
fabricar y
se puede hacer en casa, de modo que según
sus defensores el problema es que constituye una amenaza para el
negocio de las farmacéuticas. Así lo cree el propio Pàmies y lo
afirma en su blog,
donde
explica cómo fabricarlo. Por otro lado, es cierto que Humble
abandonó en su momento Estados Unidos y se trasladó a México ante
la presión de las autoridades para que desistiera en su difusión
del MMS.
Por este motivo este "remedio" está muy difundido en
Latinoamérica, donde Humble
incluso
fundó una iglesia, la
Iglesia Génesis II de la Cura y
la Sanación, basada en su uso. El motivo último era
ampararse en la libertad de culto para poder usar el MMS como
medicamento. Aunque en España el uso del MMS no es tan común, tiene
en Pàmies y en el ingeniero Andreas Kalcker a sus defensores
máximos. También la monja y médica Teresa Forcades
se
ha mostrado partidaria de la investigación al respecto, si bien
ha matizado que sus efectos positivos no están confirmados.
No obstante, el
neurobiólogo y catedrático de la
Universidad de Salamanca José Ramón Alonso
advierte desde su blog que el MMS es una sustancia
razonadamente prohibida por las principales oficinas de sanidad y
salud de los países del mundo, como la FDA norteamericana, la
Agencia de Salud de Canadá o la Agencia del Medicamento Europea.
Para su comercialización debería pasar los controles de estos
organismos, demostrando su eficacia mediante estudios que avalen sus
beneficios.
No existen tales estudios por el momento, al menos a nivel de
universidades y laboratorios reputados, por lo que
no es
posible que obtenga la autorización de comercialización en
ningún país. No obstante, existen tutoriales como el de Pàmies
explicando cómo elaborarlo, ya que es sencillo, y algunos
fabricantes que
lo venden por
internet en oscuras páginas, pero
también
en otras mucho más populares.
Según el doctor Alonso: "Beber la cantidad
indicada por los vendedores en las etiquetas del MMS puede causar
náuseas, vómitos, dolores de estómago, diarrea, irritación en los
ojos, fallo renal, hemolisis, problemas respiratorios o síntomas de
una deshidratación grave que puede llevar a una hipotensión
mortal".
"Cuando las personas que han comprado el MMS mencionan con
una preocupación lógica estos síntomas a las personas que les han
vendido el producto", prosigue Alonso, "la respuesta es
alucinante: para ellos esas señales de daño corporal son, en
realidad, «la prueba de que el MMS está funcionando»."
Finalmente Aloso señala que "Naren Gunja, director del Centro
de Información sobre Envenenamientos de Nueva Gales del Sur
(Australia) indicó que usar este producto es «algo
parecido
a beber lejía concentrada»".
Stevia
El caso de la stevia (Stevia rebaudiana), una planta originaria de
las zona norte de
Argentina y Paraguay, el conflicto
por su comercialización es más complejo, ya que en realidad la
planta sí se comercializa industrialmente, pero como edulcorante en
polvo del que se usan solo algunos de sus componentes. En concreto
los glucósidos inactivos o moléculas similares a la glucosa pero
que no tienen incidencia en el índice glucémico ni se absorben en
el metabolismo.
Es decir que trabajan como edulcorantes naturales: ni aportan
azúcar ni calorías, lo que los hace ideales para diabéticos, por
ejemplo, como para personas que no desean engordar por la ingesta de
glucosa. Ahora bien, según Pàmies y otros defensores de la medicina
alternativa,
la stevia consumida en infusiones de su hoja
ayuda a superar no solo la diabetes sino muchas otras enfermedades.
Él mismo la cultiva en España a pesar de estar su cultivo y
comercialización en una especie de contradicción legal,
tal como más adelante aclara la especialista Beatriz Robles.
Lo cierto es que
según la química Deborah García Bello, no se ha demostrado
científicamente hasta la fecha ningún efecto beneficioso de las
infusiones de hoja de stevia, lo que explicaría su no inclusión
como medicamento. Es cierto que puede contribuir a la reversión
de la diabetes de tipo 2 al evitar la ingesta de azúcar en
personas adictas a este y así
aumentar la sensibilidad a la
insulina en enfermos recientes, pero es debido a su función
de terapia sustitutiva, no palia la enfermedad por sus propiedades.
En cambio sí hay estudios sobre las infusiones de hoja de stevia
que
alertan
sobre el peligro de incidir a largo plazo sobre la fertilidad (en
ratones) y se constata que actúa como un depresor del sistema
circulatorio, es decir que
hace bajar la presión arterial.
Estos hechos, junto a la dificultad de que una persona pueda
controlar las dosis de stevia en una infusión, son motivos por los
que algunos gobiernos no aprueban su comercialización, en especial
en España.
No obstante sí es cierto que
en otros países como
Alemania se ha aprobado su venta al público, y de hecho las
producciones de stevia españolas van destinadas principalmente al
mercado alemán. Desde este se pueden comprar las hojas por internet.
Incluso
existe
una sentencia que podría sentar jurisprudencia para
legalizar su comercio en España.
Además,
según nos comenta la experta en seguridad
alimentaria Beatriz
Robles: "desde el el 16 de junio de 2017, una
armonización a nivel comunitario concluyó que el uso de Stevia
rebaudiana en infusión no es nuevo y por eso está permitida la
comercialización de hojas de Stevia rebaudiana bertoni en las
siguientes condiciones:
Esto significa que
se puede comercializar la hoja solo
cuando forme parte de una infusión pero se especifica que
el uso como edulcorante sigue rigiéndose por el Reglamento
1333/2008. Por lo tanto sigue sin estar autorizada la venta de las
hojas como edulcorante aunque sin duda es una vía para que
finalmente se permita".
Ahora bien, como hemos dicho,
no hay estudios que avalen
ningún tipo de propiedad curativa en la stevia.
LEIDO EN:
CONSUMO CLARO (ELDIARIO.ES)
Isabel Muñoz fue galardonada en 2016 con el
Premio Nacional de Fotografía, que concede el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte y está dotado con 30.000 euros.
El jurado destacó su trayectoria profesional, en la que combina el
compromiso social con la búsqueda de la belleza, "ahondando en temas como el cuerpo, el rito o la diversidad cultural".