Sobre todo lo que sucede a nuestro alrededor siempre nos hacemos una opinión. Opinión que forjamos con las diversas informaciones que nos llegan, las que buscamos (cuando tomamos una actitud comprometida), junto con nuestra visión de la vida. Las guerras que nos rodean no iban a ser menos, claro. La cuestión ahora es que de nuevo andamos metidos en una.
Me vais a disculpar mi escepticimo, pero uno ya tiene unos años y ha visto unas cuantas guerras, eso sí, afortunadamente de lejos. Pero hay algo que une a todas: los que las organizan se preocupan muy mucho de que la opnión pública esté "de su parte". "Guerra informativa" dicen.
Estos días, en que nos hemos metido en Libia para salvar a la población masacrada por Gadafi, me he puesto a buscar información sobre "guerras olvidadas" y sobre "tiranos en el mundo". Pero no hace falta ir a Internet para decir que me duelen las guerras. Incluso aquellas que, nos dicen que son necesarias para "salvar vidas". Sin embargo hay algo que me produce más sarpullidos que una guerra, es la mentira el engaño y la manipulación informativa, que en manos de los poderosos se convierte en un arma inmensamente más dañina.
La justificación que se ha repetido de forma cansina, para lanzarnos sobre Libia, ha sido "salvar a la población civil" del genocidio de Gadafi. ¡Qué hipócritas! ¿Cuando se ha iniciado una guerra para liberar a la población civil de las masacres de su dictador? ¡Nunca! Las guerras se inician por intereses económicos y/o geoestratégicos, y punto. Y como observaréis Libia reúne las dos condiciones. A nadie le importa ni le ha importado jamás el ciudadano sufridor de los bombardeos, torturas y masacres de turno, y los libios no creo que vayan a ser los primeros. Es más estoy convencido de que estos pobres parias libios ahora mismo están sufriendo los "errores" de la aviación de la OTAN, tanto como los aciertos del ejército de Gadafi. Eso que suelen llamar eufemísticamente "daños colaterales".
Hace poco, leyendo la prensa parecía que el último dictador del mundo era Fidel Castro. Fuera de Cuba todo democracia de la buena. Tengo la impresión de que juegan con nuestra "opinión" a su antojo: Hoy el malo es Fidel Castro, mañana es Gadafi.
“Pinochet es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta” le comentaba Kissinger a Nixon hace unos cuantos años, con una hipocresía pornográfica. ¿Creemos realmente que algo ha cambiado en el mundo? ¿Cuántos hijos de puta "de los nuestros" hay sueltos por ahí ahora mismo? Hijos de puta que nos compran las armas, que nos dejan poner bases militares en su territorio, que nos venden a precio de saldo sus materias primas, la esencia de la vida de sus pueblos. ¿Cuántos?
Hace bien poco no había ningún político que rehusase salir en una foto con Gadafi. Incluso más de uno ha disfrutado de sus "favores". Ahora toca bombardear. Como si Gadafi hubiese cambiado en las últimas semanas. De risa.
En el mundo existen más de 1900 millones de personas bajo regímenes opresivos y dictatoriales. Aquí unos poquitos de los más sanguinarios:
1.- Corea del Norte, programa nuclear y gulags
Algunos gobiernos son tan opresivos que no puede existir abiertamente ningún movimiento de derechos humanos local. Corea del Norte, gobernada por el ‘amado líder’ Kim Jong Il es una dictadura comunista de culto a la personalidad. Temido por Occidente por su programa nuclear, el régimen coreano mantiene en la pobreza a gran parte de su población. Cientos de miles de personas están encerrados en campos de trabajo donde son sometidos a torturas. Kim Jong Il lleva 16 años en el poder tras heredarlo de su padre, y ahora señala a su hijo, Kim Jong Un, como sucesor.
2.- Turkmenistán, el país de los dictadores excéntricos
El anterior dictador de esta antigua república soviética, Saparmurat Niyazov, prohibió el pelo largo y cambió el nombre del mes de abril por el de su madre. Tras su muerte en 2006, el dentista Gurbanguli Berdimuhamedou ganó unas elecciones a las que sólo se presentaban miembros del partido único. Además de seguir con las excentricidades de su predecesor, Berdimuhamedow sigue gobernando un régimen autoritario sin libertad de prensa y a cuyos ciudadanos les está prácticamente vetado salir al extranjero.
3.- Uzbekistán y las torturas medievales
Todos los países ex-soviéticos de Asia Central, excepto Kirguistán, están hundidos en las garras del autoritarismo, pero raramente son molestados por las democracias occidentales. El régimen uzbeko sabe que si satisface las exigencias occidentales (disponer de bases militares entre Rusia y China, derecho de paso para suministros necesarios en el conflicto afgano, y acceso a recursos energéticos), nunca tendrá nada que temer. Incluso España tiene intereses en la zona tras firmar contratos para enviar trenes a Uzbekistán y Kazajstán. Karimov se hizo famoso en 2003 por hervir a dos personas vivas, entre otras atrocidades que comete sin apenas condena internacional.
4.- Libia, la dictadura más larga
La libertad de prensa, de asociación y de expresión estan muy limitadas (en 2003 un autor fue condenado a 15 años de cárcel por escribir una novela sobre los derechos humanos). Sin embargo, después de cuatro décadas, el régimen inició hace unos años un ‘lavado de cara’ que ha sido aprovechado por Estados Unidos y Europa para estrechar lazos con el dictador guiados por intereses de negocios y la cooperación de Libia en la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal.
5.- Sudán y el genocidio de Darfur
La dictadura sudanesa se verá previsiblemente debilitada a raíz de la emancipación en referéndum de Sudán del Sur, zona donde se encuentran la mayoría de las reservas petrolíferas del país.
Omar al Bashir ha dirigido el país durante veinte años, agitando a sus guerrillas pro-islamistas contra los rebeldes del sur en uno de los conflictos más sangrientos del siglo XX. Al Bashir cuenta con el dudoso honor de ser el primer jefe de Estado en ejercicio contra el que la Corte Penal Internacional emite una orden de busca y captura, acusándolo de genocidio en Darfur. El dictador se pasea impunemente por los países que ignoran la orden de arresto, como Egipto o Libia, y es probable que convierta Sudán del Norte en una república islámica radical tras la división del país.
6.- Birmania, dictadura militar tradicional
El general Tan Shue tiene la imagen del típico dictador, con traje de militar lleno de medallas autoimpuestas. Ha gobernado durante dos décadas también con puño de hierro, hasta el punto de que prohibió la entrada de especialistas y se apropió de la ayuda humanitaria tras el ciclón que asoló el país en 2008 dejando miles de muertos. En 2010 ganó por primera vez unas elecciones denunciadas como fraudulentas y en las que no participó el principal partido de la oposición, encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
7.- Guinea Ecuatorial, ejemplo de cleptocracia
El país africano es formalmente una democracia, pero en realidad sólo dos partidos aparte del que lleva 31 años en el poder están permitidos. Guinea Ecuatorial es un país rico en petróleo, pero el 77 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día. Mientras, el presidente Teodoro Obiang y su familia amasan, una fortuna de más de 600 millones de dólares. La extraordinaria riqueza en petróleo de Guinea colocaría a su PIB per cápita en paridad con muchos estados europeos, si estuviera compartido. Las torturas a prisioneros políticos también son comunes en este país. Recientemente una delegación del Congreso, encabezada por Bono ha viajado a este país.
8.- Eritrea, servicio militar de por vida
La antigua colonia italiana es, el país con menos libertad de prensa del mundo. El dictador Isaias Afeuerki ha convertido a su país en una prisión estatal en la que los medios independientes están clausurados, las elecciones son categóricamente rechazadas, el servicio militar indefinido es obligatorio, y el gobierno apoya más a los militantes somalíes que a su propio pueblo. Afeuerki fue el primero y ha sido el único presidente de este estado, que se independizó en 1993 tras pasar por manos de italianos, británicos y etíopes. Tras formar parte activa en las guerrillas revolucionarias puso al país bajo su yugo en una dictadura en la que las detenciones arbitrarias, la tortura, los asesinatos extrajudiciales, las restricciones severas en la libertad de expresión y culto y los trabajos forzados son moneda común.
¡Cuidado! alguno seguramente será aliado nuestro o nos compra armas ("España es el octavo país exportador de armamento pesado").
Hemos comenzado con Gadafi a salvar a la población de las bardaridades de su dictador. ¿Por dónde seguimos?
SKA - P: Niño Soldado
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Me vais a disculpar mi escepticimo, pero uno ya tiene unos años y ha visto unas cuantas guerras, eso sí, afortunadamente de lejos. Pero hay algo que une a todas: los que las organizan se preocupan muy mucho de que la opnión pública esté "de su parte". "Guerra informativa" dicen.
Estos días, en que nos hemos metido en Libia para salvar a la población masacrada por Gadafi, me he puesto a buscar información sobre "guerras olvidadas" y sobre "tiranos en el mundo". Pero no hace falta ir a Internet para decir que me duelen las guerras. Incluso aquellas que, nos dicen que son necesarias para "salvar vidas". Sin embargo hay algo que me produce más sarpullidos que una guerra, es la mentira el engaño y la manipulación informativa, que en manos de los poderosos se convierte en un arma inmensamente más dañina.
La justificación que se ha repetido de forma cansina, para lanzarnos sobre Libia, ha sido "salvar a la población civil" del genocidio de Gadafi. ¡Qué hipócritas! ¿Cuando se ha iniciado una guerra para liberar a la población civil de las masacres de su dictador? ¡Nunca! Las guerras se inician por intereses económicos y/o geoestratégicos, y punto. Y como observaréis Libia reúne las dos condiciones. A nadie le importa ni le ha importado jamás el ciudadano sufridor de los bombardeos, torturas y masacres de turno, y los libios no creo que vayan a ser los primeros. Es más estoy convencido de que estos pobres parias libios ahora mismo están sufriendo los "errores" de la aviación de la OTAN, tanto como los aciertos del ejército de Gadafi. Eso que suelen llamar eufemísticamente "daños colaterales".
Hace poco, leyendo la prensa parecía que el último dictador del mundo era Fidel Castro. Fuera de Cuba todo democracia de la buena. Tengo la impresión de que juegan con nuestra "opinión" a su antojo: Hoy el malo es Fidel Castro, mañana es Gadafi.
Guerras olvidadas de África
“Pinochet es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta” le comentaba Kissinger a Nixon hace unos cuantos años, con una hipocresía pornográfica. ¿Creemos realmente que algo ha cambiado en el mundo? ¿Cuántos hijos de puta "de los nuestros" hay sueltos por ahí ahora mismo? Hijos de puta que nos compran las armas, que nos dejan poner bases militares en su territorio, que nos venden a precio de saldo sus materias primas, la esencia de la vida de sus pueblos. ¿Cuántos?
Hace bien poco no había ningún político que rehusase salir en una foto con Gadafi. Incluso más de uno ha disfrutado de sus "favores". Ahora toca bombardear. Como si Gadafi hubiese cambiado en las últimas semanas. De risa.
En el mundo existen más de 1900 millones de personas bajo regímenes opresivos y dictatoriales. Aquí unos poquitos de los más sanguinarios:
1.- Corea del Norte, programa nuclear y gulags
Algunos gobiernos son tan opresivos que no puede existir abiertamente ningún movimiento de derechos humanos local. Corea del Norte, gobernada por el ‘amado líder’ Kim Jong Il es una dictadura comunista de culto a la personalidad. Temido por Occidente por su programa nuclear, el régimen coreano mantiene en la pobreza a gran parte de su población. Cientos de miles de personas están encerrados en campos de trabajo donde son sometidos a torturas. Kim Jong Il lleva 16 años en el poder tras heredarlo de su padre, y ahora señala a su hijo, Kim Jong Un, como sucesor.
2.- Turkmenistán, el país de los dictadores excéntricos
El anterior dictador de esta antigua república soviética, Saparmurat Niyazov, prohibió el pelo largo y cambió el nombre del mes de abril por el de su madre. Tras su muerte en 2006, el dentista Gurbanguli Berdimuhamedou ganó unas elecciones a las que sólo se presentaban miembros del partido único. Además de seguir con las excentricidades de su predecesor, Berdimuhamedow sigue gobernando un régimen autoritario sin libertad de prensa y a cuyos ciudadanos les está prácticamente vetado salir al extranjero.
3.- Uzbekistán y las torturas medievales
Todos los países ex-soviéticos de Asia Central, excepto Kirguistán, están hundidos en las garras del autoritarismo, pero raramente son molestados por las democracias occidentales. El régimen uzbeko sabe que si satisface las exigencias occidentales (disponer de bases militares entre Rusia y China, derecho de paso para suministros necesarios en el conflicto afgano, y acceso a recursos energéticos), nunca tendrá nada que temer. Incluso España tiene intereses en la zona tras firmar contratos para enviar trenes a Uzbekistán y Kazajstán. Karimov se hizo famoso en 2003 por hervir a dos personas vivas, entre otras atrocidades que comete sin apenas condena internacional.
4.- Libia, la dictadura más larga
La libertad de prensa, de asociación y de expresión estan muy limitadas (en 2003 un autor fue condenado a 15 años de cárcel por escribir una novela sobre los derechos humanos). Sin embargo, después de cuatro décadas, el régimen inició hace unos años un ‘lavado de cara’ que ha sido aprovechado por Estados Unidos y Europa para estrechar lazos con el dictador guiados por intereses de negocios y la cooperación de Libia en la lucha contra el terrorismo y la inmigración ilegal.
5.- Sudán y el genocidio de Darfur
La dictadura sudanesa se verá previsiblemente debilitada a raíz de la emancipación en referéndum de Sudán del Sur, zona donde se encuentran la mayoría de las reservas petrolíferas del país.
Omar al Bashir ha dirigido el país durante veinte años, agitando a sus guerrillas pro-islamistas contra los rebeldes del sur en uno de los conflictos más sangrientos del siglo XX. Al Bashir cuenta con el dudoso honor de ser el primer jefe de Estado en ejercicio contra el que la Corte Penal Internacional emite una orden de busca y captura, acusándolo de genocidio en Darfur. El dictador se pasea impunemente por los países que ignoran la orden de arresto, como Egipto o Libia, y es probable que convierta Sudán del Norte en una república islámica radical tras la división del país.
6.- Birmania, dictadura militar tradicional
El general Tan Shue tiene la imagen del típico dictador, con traje de militar lleno de medallas autoimpuestas. Ha gobernado durante dos décadas también con puño de hierro, hasta el punto de que prohibió la entrada de especialistas y se apropió de la ayuda humanitaria tras el ciclón que asoló el país en 2008 dejando miles de muertos. En 2010 ganó por primera vez unas elecciones denunciadas como fraudulentas y en las que no participó el principal partido de la oposición, encabezada por la Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi.
7.- Guinea Ecuatorial, ejemplo de cleptocracia
El país africano es formalmente una democracia, pero en realidad sólo dos partidos aparte del que lleva 31 años en el poder están permitidos. Guinea Ecuatorial es un país rico en petróleo, pero el 77 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día. Mientras, el presidente Teodoro Obiang y su familia amasan, una fortuna de más de 600 millones de dólares. La extraordinaria riqueza en petróleo de Guinea colocaría a su PIB per cápita en paridad con muchos estados europeos, si estuviera compartido. Las torturas a prisioneros políticos también son comunes en este país. Recientemente una delegación del Congreso, encabezada por Bono ha viajado a este país.
8.- Eritrea, servicio militar de por vida
La antigua colonia italiana es, el país con menos libertad de prensa del mundo. El dictador Isaias Afeuerki ha convertido a su país en una prisión estatal en la que los medios independientes están clausurados, las elecciones son categóricamente rechazadas, el servicio militar indefinido es obligatorio, y el gobierno apoya más a los militantes somalíes que a su propio pueblo. Afeuerki fue el primero y ha sido el único presidente de este estado, que se independizó en 1993 tras pasar por manos de italianos, británicos y etíopes. Tras formar parte activa en las guerrillas revolucionarias puso al país bajo su yugo en una dictadura en la que las detenciones arbitrarias, la tortura, los asesinatos extrajudiciales, las restricciones severas en la libertad de expresión y culto y los trabajos forzados son moneda común.
¡Cuidado! alguno seguramente será aliado nuestro o nos compra armas ("España es el octavo país exportador de armamento pesado").
Hemos comenzado con Gadafi a salvar a la población de las bardaridades de su dictador. ¿Por dónde seguimos?
SKA - P: Niño Soldado