LA PRIVATIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS

Hace mucho tiempo que se perdió el sentido de lo público en el imaginario general. El mensaje machacón de que lo privado funciona mejor ha conseguido que todo esté en manos privadas en un porcentaje mayor o menor. Y la escuela pública no es la excepción.

Es precisamente lo que se nos ha olvidado, el gran valor que supone tener una escuela pública obligatoria y gratuita para todo el mundo, además laica, libre de todo dogma religioso. De la misma manera que llegamos casi a tenerla, ahora mismo nos la están arrancando de las manos sin ningún miramiento.
 
Casi sin darnos cuenta, la escuela privada, cuyo único papel era reforzar a la pública allá donde ésta no llegaba, se está imponiendo como primera opción en no la mayoría de nuestro mapa. Se trata de una dinámica que siempre viene impulsada desde la derecha más reaccionaria y nunca contrarestada por la izquierda en las pocas ocasiones que toca el poder. Bueno, eso considerando que el PSOE es izquierda, claro.

Pues debía de estar viviendo en una nube hasta el momento, porque pensaba que en Euskadi, a pesar de estar gobernados toda la vida por la derecha (PNV), compartíamos una apuesta inequívoca por la escuela pública. Y nada más lejos de la realidad, puesto que me acabo de enterar de que en Euskadi tenemos la tasa más alta de enseñanza "concertada" de todo el Estado. Con o sin vaselina nos la han vuelto a colar: La CAV es la comunidad autónoma con más enseñanza privada subvencionada de todo el Estado (48,1%) y también es la que tiene menos enseñanza privada no subvencionada (0,8%).



Por establecer una pequeña comparación mirando hacia Europa, vemos que los países europeos hacen una apuesta clara por la escuela pública, situándose esta por encima del 85% en la primaria y por encima del 70% en la secundaria. Y eso teniendo en cuenta que allí gobierna también la derecha. Una muestra más de que en muchos países europeos, hay temas que disfrutan de un amplio consenso social.

El hecho de impulsar la enseñanza "concertada" no sólo es un capricho derechoso para dar de comer a los amigos y a la Iglesia, además tiene unas connotaciones sociales muy importantes: El más importante es el impulso de las élites fuera del sistema público, donde se va quedando una enseñanza descuidada y abandonada, sólo con el alumnado con más problemas de adaptación (extranjeros, alumnos con necesidades especiales...), lo que las transforma en un gueto al que nadie quiere llevar a sus hijos.

Podemos discutir lo que se quiera, pero es un hecho que las sociedades más equilibradas y más sanas, democráticamente hablando, son las que han hecho una apuesta clara por la ensañanza pública.


Y yo que pensaba que vivía en la parte guay de todo el Estado.

4 comentarios:

Emilio Manuel dijo...

Totalmente de acuerdo con tu penúltimo punto.

Saludos

Juan L. Trujillo dijo...

Mientras la Iglesia mande como lo hace y se lo admitan, no hay ninguna posibilidad de parte guay, en todo el estado.
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Emilio Manuel:
Me alegra :-)
Un abrazo.

Javier Rodríguez Albuquerque dijo...

Hola Juan:
Sí, lo de guay ha sido una ingenuidad por mi parte :-)
Un abrazo.

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